lunes, 21 de diciembre de 2009

- Pensé que no volvería a verte.
- ¿Qué creías? ¿que iba a marcharme así, de ese modo?
- Durante todo éste tiempo has hecho cosas que me aturdían, por lo que no me pillaría por sorpresa.
- Sí que lo haría, porque sabes lo que sentimos. Sabes que te quiero y que no puedo vivir sin tí, y tambien sabes que tú sientes lo mismo.
- No es tan fácil. Hemos pasado muchos buenos momentos... pero al mismo tiempo, he sufrido tanto por ti...
- Las personas a quien queremos son las que más nos hacen sufrir. Y estoy dispuesto a sufrir todo lo que sea necesario para estar a tu lado.
- Aquí la que sufre soy yo. Por favor, no intentes convencerme; no de ése modo...
- No lo intento; no tengo que convencerte de nada porque sé que lo estás deseando. Vamos, no lo pongas más difícil, ¡déjame quedarme contigo!
- Si lo hago, sería como volver a tropezar con la misma piedra...
- No. Ahora será diferente, te lo prometo.
- No, no lo hagas, no lo prometas; no prometas algo que no podrás cumplir, por mucho que lo intentes.

jueves, 3 de diciembre de 2009

3.54 a.m.
Aquí, tumbado, pienso que se acaba el mundo. En algún momento tenía que pasar, después de tantos días de sonrisas. Lo que me hacía ser feliz, ahora me hace daño; y lo que me entristecía, ha pasado a un grado de ignorancia. Siento angustia, siento rabia; pero a su vez, siento esperanza. Porque un día, alguien me dijo: 'cuando menos te lo esperas, la vida te concede una segunda oportunidad'.