sábado, 21 de noviembre de 2009

Dicen que a veces, cuando algo esperas que salga bien es cuando se tuerce, y cuando no tienes ninguna esperanza te llevas alguna que otra sorpresa; pero puede ser cualquier tipo de sorpresa. Llegó y no tenía ni idea, o eso parecía.
Se comportaba como siempre, saludaba a los de siempre y no parecía que nada fuese diferente a otras ocasiones.

Y realmente no lo era, todo ocurría igual que siempre.
Susurro por aquí, susurro por allá... ¿por qué?
No hacemos nada malo.

¿Precio? Todo el mundo tiene un precio.
Entonces, ¿por qué iba a sentarle mal?

¿Por qué iba a molestarle que sus 'amigos' le pusiesen un precio por el cual estarían dispuestos a venderlo, a reemplazarlo?
Claro que le molestó, lo vendieron.
Lo vendieron y no se dieron cuenta.


2 comentarios: